Fonte: El Periódico de Aragón.
Edite Fernandes, jugadora del Prainsa, celebra hoy sus 32 años en un gran momento de forma tras conseguir dos hat-tricks consecutivos Ayer volvió a marcar y es la pichichi de la Liga
De pequeña jugaba al fútbol en un terreno de arena en frente de casa de su abuela, en Vila do Conde, una ciudad costera de la región de Oporto. "Era un campo de patatas", dice entre risas. Allí dio sus primeros toques a un balón y empezó a madurar la idea de querer ser jugadora profesional, aunque hasta los 17 años no se federó. Sin embargo, a Edite Fernandes le ha dado tiempo para todo y todavía quiere más. Hoy cumple 32 años, es un "lunes raro" por el hecho de estar lejos de su familia, pero los regalos le han llegado por adelantado en forma de gol. Suma siete tantos gracias a un doble hat-trick consecutivo y al gol que anotó ayer ante el Rayo Vallecano, que le hacen ser la pichichi de la categoría.
Ha recorrido medio mundo (China, Noruega, Inglaterra y EUA) con el balón en sus botas como única tarjeta de presentación y es la capitana de la selección absoluta de Portugal por méritos propios. Mientras, en España, es una de las jugadoras más temidas por los rivales tras un inicio de Liga espectacular. "Tuve hace unas campañas una buena racha, pero meter seis goles en dos partidos seguidos es la primera vez y estoy encantada", confiesa. Lo hizo ante el Collerense y lo volvió a repetir en casa del Sant Gabriel, donde cuajó un primer tiempo exquisito. "Fue perfecto", recuerda.
Ayer, frente al actual campeón de Liga, su racha continuó y anotó de penalti, evidenciando su gran momento de forma. Dice que jugará "hasta que las piernas lo permitan" y no se marca ninguna cifra. Solo promete "trabajo y esfuerzo" cada día.
Ligada al fútbol
Cansada de explicar siempre que el fútbol también es cosa de mujeres, sobre el césped despliega velocidad, regate y gol, pero también una conexión especial con Ana Borges, su compatriota. "Estamos en racha. Nos conocemos muy bien de la selección", dice.
A Edite le resta este año de contrato con el Prainsa. No sabe qué será del futuro ni tampoco quiere pensar en él, aunque le gustaría probar suerte en Alemania o en Francia. Después, cuando cuelgue las botas, tiene claro que desea seguir ligada al fútbol. "Quiero estar en conexión con este deporte. Tengo el primer nivel como entrenadora, pero quiero sacarme otras cosas. La ilusión sería volver a Portugal, porque tengo ideas para que el fútbol femenino pueda evolucionar allí", señala.
La delantera añora su tierra. En Vila do Conde, su ciudad, le entregaron el pasado mes de agosto la Medalla al Mérito Deportivo y hoy desearía estar allí. Sin embargo, el Prainsa juega pasado mañana en Valencia y eso le impide coger un vuelo que le lleve a Portugal por unas horas. "Pasaré el día lo mejor posible", dice Edite, a quien el fútbol le llevó a cumplir su sueño y a quien también esta temporada le ha dado un regalo de cumpleaños por anticipado en forma de goles. Felicidades.
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